terça-feira, 13 de dezembro de 2011
'Menschen in Europe' para Caroline Grimaldi
fnte/Hola
El premio más querido para Carolina de Mónaco y una distinción curiosa para Andrea Casiraghi La princesa recibió de manos de Karl Lagerfeld el galardón 'Menschen in Europe' por su labor humanitaria con Amade, mientras su hijo mayor, Andrea Casiraghi, fue nombrado Caballero de la Cerveza como miembro de la orden 'Chope d'Or'
Casi todos los premios agradan, pero solo los más apreciados se guardan en el corazón. Como el galardón Menschen in Europe que Carolina de Mónaco recibió en Alemania en reconocimiento a su labor humanitaria con Amade (Asociación Mundial de los Amigos de la Infancia), la organización fundada por la princesa Gracia hace 50 años. Era especialmente querido para la princesa por tratarse de un premio a la gran causa de su madre (y desde hace 17 años a la suya también) y por ello el encargado de hacerle entrega de esta distinción en una ceremonia celebrada en la ciudad germana de Nassau no fue otro que su gran amigo el diseñador Karl Lagerfeld.
Y de su mano (y su aguja) la princesa Carolina volvió a reinar y ocupó el trono de la elegancia luciendo para la ocasión un traje negro, con complementos a tono, de Chanel, que adornó con tan solo un broche en la solapa. Pero la princesa no sólo tiene la belleza y la distinción de la recordada princesa Gracia, también ha heredado su solidaridad y se mostró muy orgullosa del legado materno: "Las amenazas a las que se enfrenta la infancia han cambiado considerablemente con el paso de los años. La guerra, la desnutrición, la crisis económica mundial, el analfabetismo, la pandemia de sida... Los desafíos han evolucionado, así como Amade, pero el mensaje fundamental sigue siendo el mismo que proclamó mi madre, su fundadora: los niños deben ser el centro de todos nuestros pensamientos e intereses".
Pero también expresó su deseo de mejora: "Si miramos atrás, hemos progresado y hemos ganado muchas batallas. Pero hay todavía combate fuera. Las cartas que estos niños recibieron en la mano de la vida fueron estrictamente arbitrarias. Nadie escoge. Ellos crecen huérfanos y, sin sus padres, no tienen acceso en un país roto por la guerra ni al cuidado, ni a la atención médica ni a la educación. Es nuestra responsabilidad tratar de mejorar el mundo, que heredarán nuestros niños", dijo durante su intervención.
Más curiosa, eso sí, fue la distinción al hijo mayor de la princesa Carolina, Andrea Casiraghi, que fue nombrado Caballero de la Cerveza como miembro de la orden Chope d'Or. Reconocimiento que celebró predicando con el ejemplo: bebiéndose una pinta.
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